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Las Reinotas de Studio Ghibli

  • Femme Fatalee
  • 15 jul 2021
  • 11 Min. de lectura


Antes de iniciar el artículo creo que es necesario hacer un disclaimer, si bien Femmes es un espacio que celebra el trabajo de autoras en la historia, creo que también puede ser un espacio de debate, crítica y análisis de productos de entretenimiento en donde se explora la psique femenina en toda su complejidad. Es por ello que el día de hoy me tomaré la libertad de doblar un poco las reglas (nuestro blog, nuestras reglas) y dedicar el artículo de hoy a hablar sobre la manera en que el Studio Ghibli ha retratado y explorado personajes femeninos de manera vanguardista desde los 80s. Cabe destacar que estas producciones son en su mayoría escritas y dirigidas por hombres, y creo que con más razón estas producciones merecen ser sujetas al análisis.


Sin más por decir, comencemos con mi fangirleo por uno de los mejores estudios en la historia.


Studio Ghibli es un estudio de animación japonés fundado en el año 1985 y que ha sido reconocido a nivel mundial principalmente por sus películas, su estilo tan emblemático de animación, la exploración de temáticas como el pacifismo y el ambientalismo en sus películas pero creo que sobre todo por lograr entregar a sus espectadores historias únicas, profundas, complejas y cautivadoras.


Desde el nombre del estudio se puede ver ya cuales son los pilares y filosofías del estudio ya que la palabra “ghibli” de origen italiano hace referencia al viento cálido del desierto que sopla de Libia y que también es el nombre de un avión italiano. Se cree que Hayao Miyasaki, uno de los fundadores y líderes del estudio, escogió este nombre porque quería que la influencia del estudio llegara como un cálido viento nuevo a la industria de la animación y creo que lo han logrado.


Como he mencionado, algunas de las temáticas más emblemáticas dentro de las historias Ghibli son la protección del medio ambiente y un claro mensaje en contra de la guerra, pero otro tema de gran interés y en el que me enfocaré más el día de hoy es en la manera en que Ghibli nos presenta no solo a sus personajes femeninos, sino como logra traernos protagonistas, villanas, mujeres complejas, fuertes, sensibles, en crecimiento, etc. En fin, una amplia variedad de mujeres que justamente logran retratar varias etapas de la vida de una mujer y diferentes aspectos de su personalidad con quienes te puedes sentir ampliamente identificada o bien puedes empatizar con sus motivos.


Con el fin de que este no sea un artículo inmenso, me enfocaré en cómo es que las películas Ghiblis logran retratar diferentes etapas de la vida de una mujer: infancia, adolescencia/maduración, edad adulta. Además de hablar un poco sobre las antagonistas que se nos presentan, y las madres presentes (o ausentes) dentro de las historias.


Principalmente quiero comenzar diciendo que analizando todas las películas del Studio (incluiré a Nausicaä aunque “teóricamente” no es parte de Ghibli pero YOLO), se puede ver como claramente la mayoría de estas sus protagonistas son mujeres (16 de 23), o considero que comparten protagonismo de manera igual entre hombres y mujeres (2 de 23), o bien si hay un protagonismo masculino este es acompañado de igual manera de personajes femeninos complejos (4 de 23) y únicamente una si se centra casi en su totalidad en personajes masculinos (Pom Poko), pero en su defensa se trata de mapaches mágicos. Además que casi todas las películas pasan la prueba Bechdel, exceptuando la de los mapaches.


Iniciando con la etapa de la niñez, Ghibli nos presenta personajes femeninos que irradian las típicas características de la infancia como pureza, alegría, emoción por conocer el mundo, como en el caso de las películas Ponyo, El cementerio de las luciérnagas, Mis vecinos los Yamadas y Mi vecino Totoro. Se trata de niñas curiosas, con un gran corazón y que quieren conocer el mundo que las rodea. Son niñas que por una parte se les permite ser niñas pero por el otro también se les presentan retos con los que tienen que aprender a enfrentarse para crecer y cada una a su manera, ya sea con rebeldía, comprensión o curiosidad. Son niñas que no se les encasilla en solo darles una muñeca de juguete y que se dediquen a jugar a la casita, sino que se les permite desarrollar su propia personalidad sin atarlas a roles de género desde una temprana edad.


Posteriormente pasamos a personajes que entran en la categoría de adolescencia, coming of age. Aquí agrego títulos como El viaje de chihiro, Kiki’s Delivery Service, Arriety, Susurros del corazón, Haru en el mundo de los gatos, When Marnie was there, La princesa Kaguya, From up on Poppy Hill, Earwig and the Witch, Ocean Waves, Cuentos de Terramar, Castillo en el Cielo. Creo que son de mis favoritas ya que aquí entramos a un proceso de crecimiento más complejo pero también más variado entre cada una de las personas. Sin duda una de las temáticas principales son los procesos de maduración, esta transición de la niñez a enfrentarse a un mundo adulto más complicado y lograr atravesar esta adversidad siendo fieles a sus creencias y fortalezas, en ocasiones para proteger a sus seres queridos y en otras para lograr encontrarse a ellas mismas.


Pasamos después a personajes un poco ya más maduros presentes en películas como Porco Rosso, Nausicaä, La Princesa Mononoke, El castillo Vagabundo, El viento se levanta, Only Yesterday. Personajes que si bien pueden seguir en un estado de crecimiento personal, ya han logrado definir un poco más su personalidad y ahora con esa base es con lo que buscan enfrentarse a los retos que se les interpongan, ya sean amenazas al medio ambiente en donde viven, problemas personales más introspectivos o conflictos bélicos. Nuevamente vemos la constante de Ghibli, en donde a cada una de estas mujeres se les permite crecer de una manera individual y muy diferentes entre sí, sin encasillarse en únicamente ser el interés amoroso. Cabe destacar que en las historias Ghibli también hay personajes masculinos, quienes a veces son un personaje complementario a nuestras protagonistas, o ellos mismos requieren de su contraparte femenina para desarrollar sus propios arcos. Sin embargo, y Miyasaki lo ha mencionado, estos personajes masculinos no son salvadores de las mujeres, son iguales y se les dan las mismas posibilidades de crecimiento y desarrollo.


Algo que también resalta de los personajes femeninos de Ghibli es la manera en que sí retrata a mujeres de una edad mayor, cuando usualmente a las mujeres que entran en esta etapa son invisibilizadas en el medio o bien se les reserva solo el papel antagónico, hemos hablado un poco del tema en el artículo “Ser mujer está bien, envejecer ya es avaricia”. Las mujeres Ghibli mayores son plasmadas como mujeres sabias que adoptan un papel activo en la historia. Hablo de Madame Sullivan y la Bruja Calamidad del Castillo Vagabundo, la abuela en Mis Vecinos los Yamadas, Yubaba y Zeniba en El Viaje de Chihiro, las amigas de Kiki en Kiki’s Delivery Services. Se trata de personajes que no solo existen para ayudar o complicar la historia del protagonista, sino que se les permite tener su propia personalidad y sus propios conflictos.


Hablando de romper estereotipos de mujeres mayores, si bien algunas de las antagonistas más emblemáticas de Ghibli son mujeres mayores que a su vez también portan el título de bruja como Madame Sullivan y la Bruja Calamidad del Castillo Vagabundo, Yubaba en El Viaje de Chihiro. Estas no solo se quedan encasilladas en el estereotipo de brujas malvadas que solo buscan acabar con el o la protagonista. También se les da la oportunidad de ser complejas, de tener motivos que van más allá de solo ver el mundo arder y que hasta muestran capacidad de amar o de ser empáticas y hasta redimibles. Y el lado de las villanas no solo está reservado a las mujeres mayores ya que tenemos a mujeres como Lady Ebochi de La Princesa Monoke, una de mis villanas favoritas quien no solo busca destruir el bosque por que sí, sabe que sobre sus hombros se encuentra el desarrollo de Iron Town en donde se encuentran mujeres que dejaron de ser prostitutas para poder tener un trabajo digno, además de personas con lepra a quienes Lady Ebochi les dio un techo y un lugar en donde puedan sentir que pueden seguir aportando a la sociedad. Estas villanas, como los protagonistas, no son personajes unidimensionales, tienen diferentes motores y propósitos bastante comprensibles que los llevan a realizar sus acciones que se contraponen con los objetivos de los protagonistas.


Finalmente quiero tocar una última categoría de personajes y es el de las mamás Ghibli. También anteriormente en Femme ya hemos hablado un poco sobre la representación materna y como puede haber un montón de maneras de explorarla en nuestro artículo “Madre solo hay miles”. Y es que hay algo que me llama mucho la atención de las mamás Ghibli que en primera instancia es su existencia y presencia misma en las historias. Tenemos como antecedente las clásicas princesas Disney en donde parece ser un requisito no tener mamá o que la figura “materna” sea malvada. En Ghibli no pasa esto ya que inicialmente en varias de las historias las madres de los personajes o alguna figura materna están presente y forman parte importante del sistema de apoyo del personaje. Pero no solo eso, sino que también les permite tener su propio carácter, su propio crecimiento y una influencia importante con respecto a los protagonistas. Uno de mis ejemplos favoritos es la mamás de Sosuke en Ponyo, quien no solo se la rifa criando a su hijo sin mucha presencia masculina por parte del padre, también tiene una gran consciencia no solo con su hijo sino con respecto a la comunidad en la que habita y las personas con las que está en contacto en su trabajo. Es una mujer que no duda en hacer lo mejor por su hijo, su comunidad y por la niña pez de la que su hijo se acaba de hacer amigo Y ADEMÁS se le da oportunidad de mostrarse sensible y cómo le afecta y le enoja que su esposo no vaya a llegar del trabajo.

Aquí claramente se puede ver como se le dedicó tiempo al desarrollo de este personaje y no solo dejarla a que sea la mamá perfecta renegada y no es la única, tenemos a la mamá y a la abuela en Mis Vecinos los Yamadas, la mamá de Ponyo, la mamá de Arriety, en Kiki’s Delivery Service tenemos tanto a la mamá de Kiki como a Osono quien también funge como un papel materno, etc.


Sin embargo, el hecho de que se cuente con este tipo de representaciones por parte de Ghibli, no los exime de crítica. Si bien la presencia femenina en la pantalla proporcionada por Ghibli ha sido amplia, esta presencia no se ha visto reflejada dentro del cuarto de escritores o en la silla de director. Ya que aunque sí ha habido mujeres guionistas en el estudio estas se han visto involucradas únicamente en 7 de las 23 películas del estudio y siempre han estado acompañadas de una contraparte masculina, salvo en una ocasión que fue el caso de Haru en el reino de los gatos en donde Reiko Yoshida fue la única en el puesto. Además de ello, nunca en Ghibli ha habido una mujer como directora, lo que nos deja pensando en qué tanto se puede hablar de un compromiso con la representación de género, si todavía las personas que toman las grandes decisiones siguen siendo hombres. Aunque dichos hombres han mostrado su capacidad para poder contar historias complejas de mujeres, las mismas mujeres también deberían de poder tomar la palabra sobre dichas historias.


Fuera del aspecto de producción de las películas Ghibli, las mismas historias pueden ser sujetas a crítica de género y heteronormatividad. Por ejemplo, Timothy Iles recalca en su ensayo “Female Voices, Male Words” el hecho de que Ghibli opte por mostrar a las mujeres como estas personas que se encuentran más conectadas a la naturaleza (por ejemplo en Mi vecino Totoro, Nausicaä y La Princesa Mononoke) lo que podría hacer que se encuentren más enajenadas con respecto a la naturaleza humana y sus efectos sociales y Carol McCormack explica que esta creencia de la relación entre mujer y la naturaleza se basa en la falacia de que por el mero hecho de poder procrear, la mujer cuenta con esta conexión mística y por ello son más receptivas, espirituales, etc., dando paso a interpretar que tienen un papel más pasivo. En este punto no concuerdo con que sea un aspecto exclusivamente de las mujeres Ghibli dando pie a un poco de beneficio de la duda ya que por ejemplo en el caso de Nausicaä y la Princesa Mononoke, son justamente otras mujeres las que interponen un punto de vista opuesto que se encuentra directamente en contra de este conservadurismo ecológico. Otra crítica que se puede hacer es la presencia de actividades domésticas realizadas por las mujeres Ghibli, en donde se les puede ver constantemente limpiando (Sophie en El Castillo Vagabundo, Satsuki y Mei en Mi Vecino Totoro, Kiki en Kiki: Entregas a domicilio, Umi en la La colina de las amapolas), lo que podría leerse como un reforzamiento de la idea de que las labores domésticas son relegadas exclusivamente a las mujeres. En lo personal en estos casos creo que esta constante se encuentra presente por el mero hecho de que en general se trata de personas femeninos haciendo tareas en general y de diferentes tipos, por que sí, se puede ver a las mujeres Ghibli limpiando pero también siendo ingenieras, construyendo aviones, siendo la dirigente de una casa de baño, cantantes, luchando en el bosque, trabajando acero, portando armas, etc.


Otra crítica que me llamó la atención es la planteada por parte de ​Ian Condry en su ensayo Feminism and Studio Ghibli, en donde hace mención de la heteronormatividad presente en las películas Ghibli. Ya que si bien como se ha mencionado, las películas se caracterizan por no centrarse en intereses románticos como el único objetivo de nuestras protagonistas y en su lugar se favorecen relaciones platónicas o aquellas en donde el crecimiento del personaje es el punto principal, cuando si hay relaciones románticas estas son enteramente heterosexuales. Hay casos en los que se podría prestar para tal vez a introducir una línea que de pie a una relación homosexual u homoafectiva, como en Nausicaä como menciona Ian Condry, o el caso de Ocean Waves, pero finalmente se opta por una relación heterosexual ya sea romántica o platónica. O el caso de El recuerdo de Marnie que en un principio se pueden notar algunos tonos indicando que se podría tratar de una historia queer coming of age pero que al final cuando se revela cuál es la verdadera dinámica entre personajes, este subtexto queda descartado.


En lo personal, siento que este tipo de crítica ya podrían rayar un poco en quere encontrar el hilo negro del asunto y dejar de lado la gran labor de representación y storytelling que tiene el estudio, pero de la misma manera vale la pena el tener estas críticas en cuenta para no colocar al estudio en un pedestal que le dé el privilegio de nunca ser criticado.


Las mujeres Ghibli siguen siendo mujeres y en un amplio abanico de personalidades. No se les reserva a ser únicamente la mujer sensible, o la elegida o la fuerte e independiente. Se les da la oportunidad de ser quien quieran ser, ya sea que si adopten características más típicamente relacionadas con la “feminidad” o que deciden desviarse por características más alternativas.


Una de las cosas que me llama más la atención es que el estudio lo ha estado haciendo desde los 80s y sobre todo viniendo de un país que también tiene su ración de machismo muy perpetuado dentro de su cultura. El hecho de que existan historias de este tipo en donde el principal conflicto de la protagonista no sea romántico o no sea que tiene que luchar contra la adversidad “a pesar de ser mujer”, ya que no se plantea la idea de “que no puede por ser mujer”, ya dice mucho de la manera en que el estudio busca entender los conflictos de ser mujer y darnos protagonistas que son fuertes e independientes a su manera. No solo se trata de tener un personaje principal, ponerle un moño y pestañas y decir que ya es un personaje femenino fuerte, sino que es darles la oportunidad de tener un desarrollo como personaje único y normalizar este hecho dentro de las historias femeninas.


 
 
 

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