Mansplaining, algo que creo me puedo tomar la libertad de decir que toda mujer se ha tenido que enfrentar. Ya sea a nivel laboral, personal, sentimental, etc., la audacia de algunos hombres que se sienten la libertad de explicarnos aunque sea una constante, me sigue sorprendiendo. Hoy exploraremos qué es el mansplaining y por qué es importante tomarlo en serio.
El origen de la palabra no es completamente claro, usualmente se le atribuye a la autora Rebecca Solnit, ya que en un ensayo llamado “Los hombres me explican cosas” básicamente conceptualiza esta idea, pero nunca hace mención exacta de la palabra. Según registros la primera vez que fue utilizada per sé fue a unos meses después de la publicación de este ensayo en una sección de comentarios. Pero independientemente de quién originó el término, pienso que el hecho de que se tuviera la necesidad de su existencia nos dice mucho.
Sabemos que el lenguaje es una de las mejores formas de medir la evolución social, entonces ver que se le puede poner nombre a esta acción tan particular que es el hecho e que un hombre le explique de manera paternalista algo a una mujer, nos dice que no se trata de simplemente casos individuales, sino todo un fenómeno perpetuado por diversos factores sociales. Uno de estos factores es simplemente el hecho de que de manera tan natural, el hombre se siente en la libertad de expresar su opinión o participación en una conversación, esto porque simplemente el sistema está diseñado para decirle constantemente que su opinión es necesaria, cosa que no pasa en la cancha de las mujeres, ni siquiera en temas que socialmente son “femeninos”; por ejemplo la infinidad de veces que hemos tenido que escuchar de voz de un hombre sobre cosas como la menstruación, el parto o la situación de violencia que enfrentamos todos los días.
Otro factor importante es que históricamente en el ambiente educativo y laboral ha tenido ventaja, desde el hecho de que la mujer no podía estudiar una carrera o que no pudiera tener un trabajo sin permiso del hombre, el hombre ha tenido una ventaja para poder cultivarse. Aunque esta situación ha cambiado (no lo suficiente) y gracias a la labor de muchas personas en pro a la igualdad de derechos, podemos ver como esta idea de que “el hombre sabe más solo por ser hombre” sigue latente en nuestra sociedad.
Al investigar sobre el tema me surgió la duda de por qué los “defensores de los derechos del hombre” no han buscado popularizar el término de womansplaining, y creo que simplemente se trata a que no existe, no aplica, no lo vemos. Cuando una mujer intenta explicarle algo a un hombre es más común que rápidamente se le diga que no es necesaria su explicación, ya que es lo que pasa en todo momento. Al decirnos histéricas, mandonas, ruidosas, ya se nos está silenciando y ni siquiera tenemos la oportunidad de explicar. Y cabe mencionar que probablemente también pase que una mujer no se pueda sentir en la comodidad de corregir a un hombre o de quitarle la palabra, porque no sabe cómo puede reaccionar el hombre y que tan en riesgo se puede poner.
Usualmente se usa el mansplaining como un chiste, principalmente el ya recurrido y gastado de chiste de que un hombre le explique a una mujer que es el mansplaining. Pero es momento de reconocer y recalcar que se trata de un problema serio con consecuencias serias. Por ejemplo el perpetuar este tipo de acciones perpetuar micro agresiones que continuamente desmeritan la opinión de la mujer y que si no se detienen a tiempo, seguirán creciendo y seguirán creando la idea de que la voz de la mujer es menos importante que la del hombre, cosa que no podemos dejar que siga pasando. Por otro lado también afecta las vidas de las mujeres al verse en situaciones de desventaja en el ámbito laboral o social en donde se normaliza el hecho de que su opinión no es tan necesaria o de que un hombre fácilmente la pueda interrumpir. Creo que una de las consecuencias más cruciales es cuando este mansplaining no se limita a cuestiones de “conocimiento”, sino cuando llega a ser una explicación sobre los sentimientos o creencias de la otra persona. Ya no se trata de explicaciones racionales, sino de las emociones de la otra persona y se raya en una manipulación y gaslighting en donde la mujer ya ni siquiera puede confiar en que sus creencias se tomen en cuenta y con la importancia que merecen.
El mansplaining no es una broma, no es algo que pasa de manera aislada y no es un término que deba ser apropieado por los hombres, así es les estoy hablando a ustedes sin fin de podcast con el nombre de “Mansplaining” para hacerse sentir únicos y especiales. Es un problema tangente al que todas las mujeres nos tenemos que enfrentar todos los días y que es un reflejo de como a lo largo de los años y sistemáticamente no se nos toma en cuenta y silenciarnos se le hace fácil a un hombre.
Creo que la moraleja del día es que ojalá pudiéramos tener todos los días la autoestima de un hombre cisgénero para sentirnos con la capacidad de expresar nuestra opinión en todo momento sin miedo a ser interrumpidas.
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